Hoy he vuelto a liarla...
Como ya os dije, para mí hay una cosa peor que perder simplemente, y es no retirarme cuando debía. Cuando iba ganando...
Para mí se ha convertido en una obsesión que no puedo controlar, a menos que vaya acompañado.
Cada vez que acudo a un salón, antes de una hora ya he ganado lo que casi nungún trabajador gana en una hora de su jornada.
Cantidades mínimas de 30 a 50 euros en menos de una hora, que cuando voy acompañado consigo ganar gracias a que literalmente me obligan a marcharme.
Este fin de semana no ha sido el caso. Como ya escribí en el post de ayer, tuve pérdidas de casi 2000 euros pudiendo haber ganado de 1000 a 1500...
He vuelto a tener una crisis en la que me he cargado los beneficios de dos semanas en los salones, y la última la tuve hace casi un mes en la que me sucedió algo parecido...
Invierto casi todo mi tiempo y gano más de mil euros semanales, pero en cuanto me quedo sólo la vuelvo a liar y me cargo todo lo que he ganado en muchos días.
Por eso digo que para mi, perder el dinero no es lo peor que te puede pasar. Para mí es la impotencia de pensar que estoy desagradeciendo continuamente todo lo que saco exprimiendo mi mente. La cual cada vez que salgo de un salón, necesito unos minutos de descanso hasta poder entrar a otro...
Saber que estoy desaprovechando cada día oprtunidades para vivir holgadamente me está matando por dentro, porque llevo mucho años pasando penurias y por fin había dado en el clavo...
La historia de hoy ha sido muy breve, pero me ha hecho tanto daño como cualquier otra cagada de éste tipo:
Como ayer mi tarjeta quedó retenida por sacar más de 3000 en poco tiempo, me quedé literalmente sin un duro. No he sabido que decirle a mi pareja, y le he mentido diciendo que la tarjeta no me iba. Pobre, después de todo lo que hemos sufrido en el pasado por mis historias, le veo la cara de sufrimiento y contarle otra mentira es como si algo se me quedase atrapado en el estómago. Un sentimiento de culpabilidad muy duro, con el que en el mejor de los casos me dan ganas de llorar...
Pues bien, rebuscando entre la ropa he encontrado 20 euros, y la verdad, me he puesto contento como si me hubiese tocado la lotería. Porque he pensado que podría pasar un día de domingo en pareja, en la piscina y dando una vuelta en paz como el resto de la gente.
Pero he ido a dar una vuelta sólo ésta mañana , y he pasado cerca de un salón. Y he visto la posibilidad de multiplicar esos 20 euros. Y como siempre, no he contando con la posibilidad de que me fuese a gastar lo que ganara, así que he entrado.
Al principio he tenido prudencia porque había otros jugadores y pueden alterar mi sistema de juego, pero enseguida he visto que iba subiendo, y de pronto ya tenía 37 euros.
Me ha venido una "ilumunación" de marcharme porque ganaba 17 euros en 10 minutos. Pero como siempre, es un pensamiento muy fugaz, y la máquina iba a empezar una nueva jugada. Veía claro el número. Así que no me ha dado tiempo a pensar en retirarme y he puesto en marcha mi cabeza para seguir calculando los patrones que estaba haciendo...
Cuando me he dado cuenta llevaba 68 euros con lo que ganaba 48 euros, y ya creía que iba a subir como la espuma. Así que he seguido y la ruleta se ha defendido quitandome hasta el último euro.
La sensación que he tenido, un Domingo por la mañana, después de haber hecho ayer semejante burrada, y pudiendo haber comenzado la recuperación, no se la deseo ni al peor de mis enemigos.
Todavía sigo picado así que esta semana tendré que tener mucho cuidado de no acudir sólo a ningún salón.
A veces tengo suerte y algunos jugadores, sin conocerme de nada, me dicen que me retire, y si les hago caso -cosa que no suele ser- les dejo propina al marcharme. Ayer una chica me animo varias veces a retirarme porque le estaba dando consejos, porque en realidad me gusta fardar de lo que sé.
Pero ella sabía algo mucho más importante, y es saber retirarse a tiempo. Seguramente porque era jóven y no llevaba mis horas de juego, ni mi grado de enfermedad.
Ahora mismo estoy buscando un psicólogo que se involucre con mi tema, porque realmente sigo creyendo que puedo llegar a controlar de algún modo el momento de la retirada cuando gano. Ya que al pasado no puedo regresar, y mi grado de enfermedad ahora mismo es total: juego hasta el final porque mientras juego sólo calculo, y no me da para pensar en mi retirada.
Así que espero encontrar pronto un psicólogo que me ayude con éste tema y no tendré que depender de nadie que me acompañe, y que cuando no están, la lío, la lío, y la vuelvo a liar.
A veces soy malpensado y creo que me ponen excusas para no venir, para que yo la cague y ellos sigan teniendo trabajo, ya no sé ni lo que pensar...
Éste blog no estaba pensado para ser un diario pero cada vez le veo más sentido a que buena parte la dedique a contar mis experiencias, que aunque son experiencias ludópatas, mi caso es un poco distinto porque realmente he demostrado durante todo éste año que puedo ganar la batalla si me retiro en el momento del beneficio.
Como ya os dije, para mí hay una cosa peor que perder simplemente, y es no retirarme cuando debía. Cuando iba ganando...
Para mí se ha convertido en una obsesión que no puedo controlar, a menos que vaya acompañado.
Cada vez que acudo a un salón, antes de una hora ya he ganado lo que casi nungún trabajador gana en una hora de su jornada.
Cantidades mínimas de 30 a 50 euros en menos de una hora, que cuando voy acompañado consigo ganar gracias a que literalmente me obligan a marcharme.
Este fin de semana no ha sido el caso. Como ya escribí en el post de ayer, tuve pérdidas de casi 2000 euros pudiendo haber ganado de 1000 a 1500...
He vuelto a tener una crisis en la que me he cargado los beneficios de dos semanas en los salones, y la última la tuve hace casi un mes en la que me sucedió algo parecido...
Invierto casi todo mi tiempo y gano más de mil euros semanales, pero en cuanto me quedo sólo la vuelvo a liar y me cargo todo lo que he ganado en muchos días.
Por eso digo que para mi, perder el dinero no es lo peor que te puede pasar. Para mí es la impotencia de pensar que estoy desagradeciendo continuamente todo lo que saco exprimiendo mi mente. La cual cada vez que salgo de un salón, necesito unos minutos de descanso hasta poder entrar a otro...
Saber que estoy desaprovechando cada día oprtunidades para vivir holgadamente me está matando por dentro, porque llevo mucho años pasando penurias y por fin había dado en el clavo...
La historia de hoy ha sido muy breve, pero me ha hecho tanto daño como cualquier otra cagada de éste tipo:
Como ayer mi tarjeta quedó retenida por sacar más de 3000 en poco tiempo, me quedé literalmente sin un duro. No he sabido que decirle a mi pareja, y le he mentido diciendo que la tarjeta no me iba. Pobre, después de todo lo que hemos sufrido en el pasado por mis historias, le veo la cara de sufrimiento y contarle otra mentira es como si algo se me quedase atrapado en el estómago. Un sentimiento de culpabilidad muy duro, con el que en el mejor de los casos me dan ganas de llorar...
Pues bien, rebuscando entre la ropa he encontrado 20 euros, y la verdad, me he puesto contento como si me hubiese tocado la lotería. Porque he pensado que podría pasar un día de domingo en pareja, en la piscina y dando una vuelta en paz como el resto de la gente.
Pero he ido a dar una vuelta sólo ésta mañana , y he pasado cerca de un salón. Y he visto la posibilidad de multiplicar esos 20 euros. Y como siempre, no he contando con la posibilidad de que me fuese a gastar lo que ganara, así que he entrado.
Al principio he tenido prudencia porque había otros jugadores y pueden alterar mi sistema de juego, pero enseguida he visto que iba subiendo, y de pronto ya tenía 37 euros.
Me ha venido una "ilumunación" de marcharme porque ganaba 17 euros en 10 minutos. Pero como siempre, es un pensamiento muy fugaz, y la máquina iba a empezar una nueva jugada. Veía claro el número. Así que no me ha dado tiempo a pensar en retirarme y he puesto en marcha mi cabeza para seguir calculando los patrones que estaba haciendo...
Cuando me he dado cuenta llevaba 68 euros con lo que ganaba 48 euros, y ya creía que iba a subir como la espuma. Así que he seguido y la ruleta se ha defendido quitandome hasta el último euro.
La sensación que he tenido, un Domingo por la mañana, después de haber hecho ayer semejante burrada, y pudiendo haber comenzado la recuperación, no se la deseo ni al peor de mis enemigos.
Todavía sigo picado así que esta semana tendré que tener mucho cuidado de no acudir sólo a ningún salón.
A veces tengo suerte y algunos jugadores, sin conocerme de nada, me dicen que me retire, y si les hago caso -cosa que no suele ser- les dejo propina al marcharme. Ayer una chica me animo varias veces a retirarme porque le estaba dando consejos, porque en realidad me gusta fardar de lo que sé.
Pero ella sabía algo mucho más importante, y es saber retirarse a tiempo. Seguramente porque era jóven y no llevaba mis horas de juego, ni mi grado de enfermedad.
Ahora mismo estoy buscando un psicólogo que se involucre con mi tema, porque realmente sigo creyendo que puedo llegar a controlar de algún modo el momento de la retirada cuando gano. Ya que al pasado no puedo regresar, y mi grado de enfermedad ahora mismo es total: juego hasta el final porque mientras juego sólo calculo, y no me da para pensar en mi retirada.
Así que espero encontrar pronto un psicólogo que me ayude con éste tema y no tendré que depender de nadie que me acompañe, y que cuando no están, la lío, la lío, y la vuelvo a liar.
A veces soy malpensado y creo que me ponen excusas para no venir, para que yo la cague y ellos sigan teniendo trabajo, ya no sé ni lo que pensar...
Éste blog no estaba pensado para ser un diario pero cada vez le veo más sentido a que buena parte la dedique a contar mis experiencias, que aunque son experiencias ludópatas, mi caso es un poco distinto porque realmente he demostrado durante todo éste año que puedo ganar la batalla si me retiro en el momento del beneficio.
Comentarios
Publicar un comentario